El 15 de febrero de 1976 se aprobó en referéndum una nueva Constitución de carácter socialista. En octubre del mismo año se celebraron las elecciones a la Asamblea Nacional del Poder Popular, órgano que a su vez eligió el Consejo de Estado, con Castro como presidente. Las relaciones con EE.UU. se deterioraron aún más con la participación de tropas cubanas en la guerra de Angola (1976) y en la de Etiopía-Somalia (1977), y con la ayuda de Cuba al régimen sandinista de Nicaragua.
En 1980 se produjo un profundo reajuste político que acrecentó los poderes de Castro; los problemas económicos generaron ese año una emigración masiva (200.000 personas). El 22 de
diciembre de 1988 Cuba firmó en Nueva York los tratados para la independencia de Namibia y la retirada de sus tropas de Angola (abril 1989-julio 1991).
Un escándalo de tráfico de drogas (junio 1989) provocó la más grave crisis del régimen desde su fundación, acallada con el simulacro de juicio y fusilamiento de cuatro altos jefes militares, entre
ellos, el general Arnaldo Ochoa, ex jefe de las tropas en Angola y héroe nacional.
Con la desintegración de la URSS, Cuba, con la que desarrollaba el 80 % de su comercio, perdió
4.000 millones de dólares anuales de ayuda y un favorable trueque de azúcar por petróleo, por lo que el régimen lanzó la opción cero para combatir la penuria energética, promovió el turismo y
legalizó la posesión de dólares (1993).
El creciente deterioro de la economía motivó en 1994 la llamada crisis de los “balseros”, en que
miles de cubanos salieron de la isla en pequeñas y precarias embarcaciones para dirigirse a EE.UU.
El éxodo fue finalmente controlado por el Gobierno que llegó a un pacto con la administración
estadounidense, que sin embargo rehusó levantar el embargo económico.
Las relaciones con la Iglesia católica mejoraron espectacularmente después de que F. Castro fuera recibido por el Papa en el Vaticano (1996) y Juan Pablo II visitara Cuba (21-25 enero 1998), en consecuencia el Gobierno permitió la entrada de sacerdotes en la isla, declaró fiesta el día de Navidad y liberó a unos 200 presos políticos, el indulto más generoso desde 1979.
Pero también hizo aprobar por la Asamblea Nacional una llamada Ley de Protección de la Independencia Nacional y la Economía que asestó un duro golpe a la disidencia y el ejercicio periodístico (1999) y una ley de reforma constitucional que declara irrevocable el
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